viernes, 11 de mayo de 2012

Todo es ¡TODO!


Oh, por favor,  toma todo de mí; mira mi corazón y date cuenta de que late por ti. 
He rendido a tus pies todo mis sueños y anhelos más vehementes. He dejado todo por estar al lado tuyo, para respirar y disfrutar de tu presencia. 
Le he negado la vista a la lógica y le he dado
alas a mi fe en ti, porque no soportaría estar lejos de quien ha logrado darle una chispa a mi existencia.... TE NECESITO-








Lejos, muy lejos, Dios hace señas de amor, pero es inútil:  Ellos ya tienen ocupado el corazón...

jueves, 3 de mayo de 2012

¿Esperar y negarse ?



Esperar y negarse a sí mismo no es cosa fácil. Echar fuera de sí algo que te gusta, cuesta mucho, pero es necesario, porque de no hacerlo el daño puede ser irreversible.


Así comienza esta escena:


El teatro se vació y el protagonista de la obra se quedó en medio del escenario y pensó...


Siempre te imaginé así: con tus zapatillas deportivas, con esa voz tan alegre y con esas manos que demuestran dulzura.  Con esos ojos profundos que cuentan lo mejor de tu alma y esa risa que llena todo el espacio. Te imaginé como mi heroína, como el soporte de mis penas, como el pilar de mis momentos, como la base de mis alegrías.


Te imaginé de blanco, decidida a compartir tu corazón conmigo por lo que nos resta de vida.


Increíble. Es totalmente increíble ver  cómo uno hace cosas que en el momento no tienen importancia, pero que acarrean consecuencias de por vida. Piensas, a mí no me va a pasar nada y cuando menos te lo esperas la consecuencia se aparece en frente diciendo - Te lo dije-.


Siempre te imaginé, pero no te podré conocer. Tu no sabrás quién soy yo y los dos viviremos negando nuestra existencia.  No me podrás perdonar por  no acceder a esperarte y yo no tendré tu consuelo. No podré oír tu voz, ni besar tus lindas manos. No podré ver en tu interior, no podré secar tus lágrimas, por que tus ojos no estarán para mí. Erré el plan, nuestro plan...


Condenado viviré por tu recuerdo y tu no sabrás que yo existo.


Se apagan las luces y el actor queda mudo. Se cierran las cortinas y nunca más se volverán a abrir. Así se cierra esta escena.