lunes, 4 de febrero de 2013

Usted elija

Qué puedo decir, el amor está devaluado y la amistad en oferta. Lleve dos por el precio de uno y no olvide su bolsa de decepción, la que puede colgar en su ventana para nunca olvidar la cruda realidad. Es broma, a la verdad, solo creo que hablar de amor y de amistad es como intentar hacer que una bolsa de plumas pese un kilo o creer que se puede matar a alguien con un golpe de aire. Raro, pero cierto.

Liviano, eso es. El amor es un término liviano y el concepto de amistad ya no tiene peso. Es cosa de mirar la TV y ver esos comerciales de cervezas, en donde un muchacho le dice a otro: "anduviste tres meses con la misma mina"... " anda suelto el tiburón ahora". Fácil ¿no? para qué tener una sola pareja, cuando se puede aprovechar los beneficios de tener muchas otras. Y ni hablar de esas personas que planifican todo en función del beneficio propio.

Aprovechamiento masivo de sentimientos que perdieron su valor en el tiempo, le dicen. Estrategias para asegurar el éxito le apodan. Lo único que se puede afirmar, es que cuando una relación, sea cual sea, se basa en engaños y en maquinaciones que solo protegen el bienestar personal, se logra el éxito. Sí, como se oye. Se logra el anhelado éxito. ¿Extraño?, para nada, así es la realidad. Solo queda definir qué clase de persona se quiere ser. Un egoísta que logra sus metas con el sudor y dolor de otros, dejando un montón de cadáveres en el camino o una persona que simplemente se vale por lo propio, de forma sincera y sin engaños, procurando el bienestar personal como también el de los demás.

Usted elija.

5 comentarios:

  1. Plagiando tu titulo en mi respuesta: No puedo vivir con ello.. xD comparto tu opinión... pero para mi la amistad no está devaluada. (= al contrario, creo que la amistad se aprecia más, mientras el amor va depreciándose con el tiempo. Como alguna vez dijo una de mis amigas 'los minos pasan.. las amigas quedan' jajaja. Y dp de tantisimos años que seguimos siendo amigas.. le debo conceder la razón. xD

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  3. El afecto nos enseña primero a notar a las personas que “casualmente estaban ahí”, luego a soportarlas, después a sonreirles, más tarde a disfrutarlas y, finalmente a apreciarlas. ¿Hechas para nosotros? Gracias a Dios que no. Son ellas mismas, más singulares de lo que pudimos haber creído y mucho más valiosas de lo que sospechamos.

    C.S. Lewis; Los Cuatro Amores, Editorial Andrés Bello, (1960), Santiago, Chile, 2001, p.48.

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  4. ¡Que Crudo! Pero joder, tan cierto! :O

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